Para muchos de nosotros los animales de compañía son nuestros hijos, pero desde la perspectiva de un padre mascota, perder a su hijo peludo no es diferente a perder un hijo humano.
Sumado a eso, nuestra sociedad no reconoce a las mascotas como iguales a los niños humanos.
Por lo tanto, la pérdida de un peludito no será tratada con el mismo tipo de compasión o empatía que la pérdida de un ser humano.
El ciclo del duelo comienza con muy poca ayuda de familiares o amigos.
En esta guía recopilamos aspectos muy importantes, y desconocidos, a tener en cuenta para sobrellevar este momento tan difícil.